viernes, 6 de abril de 2018

Tres microrrelatos.


EL LAGO DE LOS AMANTES

Para nadie es un secreto lo que ocurre en ese lugar, aunque todos evitan hablar del asunto tal vez por pudor o porque en algún momento han estado allí, en la misma ceremonia. En un primer momento, en 1956, un grupo de dignatarios estuvo de acuerdo en la creación de este lago, con el fin de que fuera uno de los más importantes ejes turísticos de la región, junto con las aguas termales. Aunque este objetivo se cumplió de cierta forma, hoy el lago se encuentra en pésimas condiciones debido a que en sus aguas se vierten residuos de los hoteles aledaños a él. Sin embargo, y a pesar de los malos olores, si decides caminar por su ladera es posible encontrarse a más de una pareja disfrutando de las mieles del amor.


ADICCIÓN  

Le escribía poemas a una amiga de ojos chocolate que me dio a probar la profundidad de su alma, pero no sacio mi hambre cárnica de besos, caricias y cuerpo, le escribía poemas lujuriosos que ella después leía a sus amantes, los desgarraba y se los comía sin miedo ni reproches, los atrapaba entre sus brazos, los enganchaba en su morfina de sexo, los hacía adictos y después solamente los dejaba a su suerte: necesitados y muertos.


                                                             APOSTADOR

En la mano tenía un as y un 10, se entusiasmó cuando el tallador colocó en la mesa dos ases y una k, tenía la terna ganadora, era imposible perder. Apostó fuerte, tratando de no parecer evidente para que nadie se retirara de la mesa. Todos los que estaban allí eran buenos jugadores. Sobre el terciopelo verde estaba el dinero que había acumulado durante toda su vida, y unos cuantos pesos más que le prestaron.
La siguiente carta sobre la mesa fue una Q. Se sintió tranquilo. Aumentó la apuesta después de hacer creer que no tenía nada. Estaba seguro que nadie lo podía derrotar, le pagaron la apuesta.
El tallador coloca la siguiente carta, un as. Pidió cerveza para todos los presentes. Colocó todas sus fichas en el centro, era invencible, tenía un póker de ases. La apuesta fue cubierta por uno de los jugadores, los demás a pesar de que el monto que había en el pozo era amplio y atrayente, se retiraron.
Tenía la victoria en sus manos, era la primera vez que saldría del casino con las manos llenas. Por lo general, terminaba perdiendo todo. Nunca había hecho una apuesta semejante.
En la mesa estaban abiertas la Q y la k de picas, y tres ases. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas, lloraba de la emoción. Mostró sus cartas en la mesa y casi se abalanzó a coger las fichas. El otro jugador, de manera impasible colocó sobre la mesa una jota y un 10, los dos de picas, el tallador dijo: "escalera real". Quedó paralizado, dejó caer su cuerpo en toda su extensión sobre la silla, derrotado.
El otro jugador, se acercó a él y al oído le dijo: no se preocupe, yo pago las cervezas.

3 comentarios:

  1. Excelente blog socio! Muy buen contenido, identifique de inmediato el lago de los amantes!!! Éxitos en este nuevo espacio, un abrazo ��

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  2. El primero huele a lo que huele el amor, especialmente cuando se vuelve clandestino en un mundo publicamente contaminado.
    El segundo me hace pensar en "ver la paja en el ojo ajeno" sin llegar a compararme con un escritor de evangelios...
    El tercero explica todo el afán y la dependencia del protagonismo que generamos cuando no somos buenos con las matemáticas...

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  3. Ah, y en mi afán de protagonismo olvidé decirle que me gustaron los relatos. Hay muchos que necesitamos leer así la realidad

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