ANTE
LA LEY
Obró
toda la vida bajo los cánones establecidos. Trabajó ocho horas diarias, sin
oponerse a hacer horas extras de ser necesario. Los domingos que tenía libres hacía
mercado para su familia e iba religiosamente a la iglesia. Era devoto y cumplía
en la medida de lo posible los mandamientos. Pagó todas sus deudas. Compró una
casa a cuotas durante veinte años. Se hizo a un televisor, cama doble,
computador, equipo de sonido, entre otros objetos útiles e inútiles que lo
mantuvieron esclavizado. Se casó con una mujer que creyó amar, pero a la que
nunca comprendió, de la que nunca se pudo separar por sus preceptos morales, lo
que dios ha unido…
Al
llegar la hora de rendir cuentas, se abalanzó con prisa al encuentro con su
señor, estaba seguro que sería aceptado. En una gigantesca puerta de madera un
cartel en letras grandes decía “Entrar sólo si fuiste feliz”. Se detuvo.
RESPUESTA A UN CUENTO
DE AUGUSTO MONTERROSO
Por el camino de la
vieja carrilera se ve ahora una cruz grande con letras pequeñas, el tren ya no
pasa por allí, pero los pocos turistas que aún visitan este camino se acercan a
ella con gran expectativa y emoción, creen que ésta se trata de un homenaje a
algún líder de la región o a alguna santa. Sin embargo, al acercarse, se
sorprenden cuando leen la pequeña inscripción que contiene: "Aquí yace una
vaca, manó ríos de leche, que fueron como miel para miles de viajeros que
pasaron por estos parajes."
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